El término demencia, tal como se utiliza en contextos de diagnóstico, se refiere al declive y pérdida de la función cognitiva (por ejemplo, la memoria a corto y largo plazo, la atención, la función ejecutiva y el razonamiento) que puede acompañar a un conjunto extenso de enfermedades neurodegenerativas como son la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Cuerpos de Lewy (por ejemplo, el Parkinson), trastornos desmielinizantes (por ejemplo, la Esclerosis Múltiple) o enfermedades como el alcoholismo y el VIH (SIDA). Estos casos son diferentes a los efectos que ciertos tratamientos como la quimioterapia producen sobre el cerebro (lo que resulta en este caso es una quimio cerebral).
Demencias
El declive de las funciones cognitivas
Accede al programa de exploración neuropsicológica.
Evalúa tu nivel cognitivo y compáralo con la población.
Entrena tus habilidades según tus necesidades. ¡Pruébalo!
Todo este tipo de enfermedades están relacionadas con un declive cognitivo determinado según el nivel de deterioro y según la persona. Las habilidades cognitivas que medimos en CogniFit han sido validadas científicamente por numerosos estudios que apoyan que la memoria o la atención se ve afectada en la demencia y que el programa de CogniFit ayuda, como herramienta complementaria a otros tratamientos, a mejorar el declive del nivel cognitivo del usuario.
La demencia se comprende mejor si atendemos a la gravedad de sus consecuencias, que pueden interferir en la vida diaria de una manera que, dependiendo de la enfermedad, puede pasar de leve a moderada y de moderada a severa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) plantea una división de la demencia en sus tres niveles de gravedad, para uso de neurodiagnosticadores profesionales. Para determinar el nivel de gravedad de la demencia, los neurodiagnosticadores utilizan las evaluaciones y escalas neurocognitivas, además de entrevistar a los pacientes y sus familiares. Los tres niveles de gravedad se describen a continuación.
- Primer nivel - La demencia leve: La persona es capaz de participar en reuniones familiares, realizar actividades diarias aprendidas y vivir de forma independiente. Sin embargo, las dificultades cognitivas son evidentes, sobre todo cuando se trata de situaciones novedosas, como por ejemplo prestar atención y recordar dónde se ha dejado algo recientemente, acordarse de la hora y el lugar de las nuevas citas o asimilar la información transmitida recientemente.
- Segundo nivel- La demencia moderada: La pérdida de memoria se ha vuelto tan grave que la persona ha perdido la capacidad de vivir independientemente. Sólo puede desempeñar las rutinas más familiares y automáticas. La nueva información apenas se mantiene por un pequeño lapso de tiempo, a veces incluso solamente unos pocos segundos. La persona no puede recordar la información acerca de su propia identidad, dónde vive, las actividades que acaba de realizar o los nombres de sus familiares.
- Tercer nivel - La demencia severa: La pérdida de memoria, tanto verbal como no verbal, es prácticamente completa, así que la persona no puede recordar ninguna información nueva. Casi toda la información previamente conocida ha sido olvidada. El sujeto no reconoce ni a sus familiares más cercanos.
Por qué algunas personas experimentan la neurobiológica patología de la demencia, así como sus trágicas consecuencias, mientras que otros, con la misma patología neurobiológica, no muestran ninguna de sus trágicas consecuencias, pudiendo mantener una vida autónoma y autosuficiente, es uno de los más desconcertantes misterios de la mente que nos podemos encontrar en el siglo XXI.
La reserva cognitiva, el conocimiento acumulado a través de un aprendizaje continuo, parece jugar un papel importante para hacer frente a la aparición de la demencia. El aprendizaje continuo le enseña al cerebro a modificar su actividad neuronal para hacer frente al desafío ocasionado por la nueva situación. Por lo tanto, aprender una nueva habilidad (a bailar, a dibujar, a hablar un nuevo idioma o a tocar un instrumento) o entrenar funciones cognitivas sin explotar, por ejemplo, a través del entrenamiento cerebral, le da al cerebro la capacidad de adaptación que necesita para repensar y readaptar los circuitos neuronales cuando se enfrenta a los desafíos planteados por la demencia.
Referencias
James Siberski, Evelyn Shatil, Carol Siberski, Margie Eckroth-Bucher, Aubrey French, Sara Horton, Rachel F. Loefflad, Phillip Rouse. Computer-Based Cognitive Training for Individuals With Intellectual and Developmental Disabilities: Pilot Study - The American Journal of Alzheimer’s Disease & Other Dementias 2014; doi: 10.1177/1533317514539376
Korczyn dC, Peretz C, Aharonson V, et al. - El programa informático de entrenamiento cognitivo CogniFit produce una mejora mayor en el rendimiento cognitivo que los clásicos juegos de ordenador: Estudio prospectivo, aleatorizado, doble ciego de intervención en los ancianos. Alzheimer y Demencia: El diario de la Asociación de Alzheimer de 2007, tres (3): S171.
Shatil E, Korczyn dC, Peretzc C, et al. - Mejorar el rendimiento cognitivo en pacientes ancianos con entrenamiento cognitivo computarizado - El Alzheimer y a Demencia: El diario de la Asociación de Alzheimer de 2008, cuatro (4): T492.